En México el consumo de insectos, o entomofagia, es un hábito que se practica desde la época prehispánica y que compartimos con otros países como Tailandia, China, Brasil y Sudáfrica.
Sin duda nuestros ancestros ya sabían lo nutritivo que son estos seres e investigaciones recientes lo confirman. En 2013 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) propone comer insectos para combatir la desnutrición y el calentamiento global, por lo que estos pequeños son la mejor respuesta a la creciente población de la tierra, al incremento en precios de la proteína animal y a las presiones ambientales.
10 motivos para comer insectos:
- Proteína: tienen un alto contenido de proteína de excelente calidad con todos los aminoácidos esenciales que el ser humano requiere para su desarrollo.
- Vitaminas y minerales: son ricos en vitaminas del complejo B y algunos tienen alto contenido de hierro, calcio y zinc.
- Grasas buenas: son ricos en Omega 3 y Omega 6, grasas buenas que ayudan a mantener un nivel de colesterol saludable.
- Mejor digestión: contienen fibra que te ayuda a tener una mejor digestión.
- Eficiencia: son más eficientes en transformar su alimento en proteína que otros animales. Los grillos requieren 12 veces menos alimento que las vacas para producir la misma cantidad de proteína.
- Menor calentamiento global: emiten considerablemente menos gases de efecto invernadero que otros animales.
- Menos uso de agua: su producción requiere mucha menos agua por kg que la carne de res.
- Menor deforestación: requieren considerablemente menos espacio para su reproducción que el ganado convencional.
- Gastronomía: muchos insectos son considerados un producto delicatessen y son parte de platillos de la alta cocina, por ejemplo los escamoles o los gusanos de maguey.
- Construir un mundo mejor: son un alimento nutritivo, alto en proteínas y amigable con el medio ambiente.
¿Qué esperas para probarlos? Atrévete a ser parte del movimiento.